lunes, 31 de octubre de 2011

Dígalo con mimica


Cuando sabemos acompañar nuestro discurso con un lenguaje no verbal adecuado podemos ser mucho más eficientes a la hora de comunicarnos. Por el contrario, cuando nuestros gestos y/o movimientos se contradicen con lo que decimos podemos generar ciertas confusiones en el interlocutor e incluso desconfianza.

En el ámbito empresarial esto se puede ver en numerosas situaciones. Una de ellas en la que es de vital importancia es en la selección del personal. Dentro de este proceso se llevan a cabo entrevistas las cuales se pueden definir como herramientas útiles para descubrir candidatos potenciales.

Durante la entrevista el lenguaje no verbal es una de las maneras más importantes para comunicarse. Cuando una persona se encuentra en una entrevista, cada movimiento, gesto o actitud que hace,  demuestra y amplifica lo que está sucediendo realmente en su mente.

Es por esta razón que el entrevistador debe saber reducir los niveles de ansiedad y distinguir entre aquellos indicios que son propios del momento de tensión y aquellos que pueden estar intentando expresar rasgos de la personalidad. Por ejemplo el entrevistador debería prestar atención a como los candidatos caminan, sus posturas, formas de saludar, entonación de la voz al expresarse y sus expresiones faciales.

Algunas suposiciones al interpretar el lenguaje corporal
Consultamos a una psicóloga de la empresa Nalco Argentina S.A. que cumple la función de reclutar personal para las sedes de Argentina y Chile, y nos comentó algunos signos comunes de encontrar en los candidatos.

La posición de los brazos puede mostrar confianza, arrogancia o una actitud defensiva. Algunas personas utilizan los brazos para enfatizar lo que dicen y si estos movimientos se realizan de manera exagerada pueden llegar a distraer al entrevistador.

Ejemplos:
-          Si los brazos del entrevistado están cruzados sobre su pecho, esto puede observarse como una conducta defensiva.
-          Morder o comer las uñas, acariciar o toquetear el pelo, o jugar con un collar o una pulsera,  demuestra inseguridad, nerviosismo y falta de confianza en uno mismo.
-          Las palmas abiertas simbolizan sinceridad, inocencia y una persona con una mente abierta. En contraste, tocarse la nariz o frotarla en medio de una conversación sugiere que la persona no está siendo uno mismo.
-          Evitar el contacto visual directo puede significar que la persona se sienta intimidada o también puede estar disfrazando la verdad.

Sonreír es una señal positiva, pero la sonrisa debe darse en el momento apropiado porque puede restar seriedad al discurso.

Durante la entrevista el candidato debe adoptar maneras en las que muestre interés. Sin embargo, sentándose en el borde de una silla puede parecer que la persona esta tensionada y/o incomoda. Cambiar la postura corporal casualmente durante la entrevista puede demostrar interés en lo que la otra persona está diciendo.

Otro signo común de nerviosismo es el estar jugando con la silla y/o zapateando con los pies.
Si el candidato está diciendo la verdad, las palabras corresponderán con el lenguaje de su cuerpo y la transferencia que perciba el entrevistador será positiva.

Finalmente podemos afirmar que el lenguaje corporal en una entrevista de trabajo es una importante herramienta para utilizar con la cual se pueden descubrir  habilidades y actitudes personales del candidato. Observar el lenguaje corporal a la hora de entrevistar empleados potenciales puede ayudar a elegir el candidato adecuado para la posición disponible y generar un valor agregado a largo plazo.

Adicionalmente, cuanto más entendamos el lenguaje corporal, mejor seremos al comunicarnos con otros. Con simples cambios en la postura y expresiones faciales, uno puede mejorar la manera en la que otros lo ven.

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